114 m2 en dos plantas, con 41 m2 de patio y terraza para convertirla en tu hogar a la falda de la sierra de Líjar. En esta casa se podría vivir con un mero lavado de cara, aunque en nuestra opinión una reforma es lo que se merece esta casa tan típica de los pueblos blancos. Al entrar en esta vivienda, lo primero que vemos es el salón con una ventana por la que entra luz natural y da mucha claridad a la estancia, continuamos por el pasillo y a la derecha tenemos un espacio con puerta y ventana interiores el cual podemos destinar como comedor u oficina; seguimos por nuestro pasillo y encontramos la cocina independiente con salida al patio por una puerta, en la cocina disponemos de un espacio debajo de la escalera de subida a la segunda planta el cual podemos usar como despensa o desahogo de la cocina. Salimos al patio por nuestra cocina, a nuestra mano derecha tenemos el baño, con lavabo, bañera e inodoro, volvemos al patio y vemos un espacio rectangular bañado por el sol y con una pequeña edificación al fondo que podemos restaurar y darle un toque personal o derribar y ampliar el espacio. Desde este mismo patio podemos acceder a una terraza elevada donde podemos disfrutar de nuestras cenas, desayunos o un buen baño de sol en los días estivales. Pasemos a la segunda planta. Aquí hay tres estancias que se pueden amueblar según sus propios deseos. La habitación trasera tiene ventana a la terraza soleada. Reforma la casa a tu gusto y saca el artista y decorador que llevas dentro. Conviértela en tu hogar, donde disfrutar de las maravillas del pueblo de Algodonales y poder pasear por la sierra ya que el comienzo de uno de los senderos de montaña se encuentra a pocos metros del inmueble, un privilegio para aquel que le guste la naturaleza y el senderismo.